The Craft, la original de 1996, tampoco es un clásico del cine, y más que todo es una película entretenida de los 90, y eso nos hace preguntarnos, ¿porqué volver sobre esta misma historia?
Hay un discurso feminista subyacente que es interesante, pero que se siente vacío porque la película no termina de despegar al utilizar la magia como se pretendía en la historia original, y como nominalmente se entiende, para fines distintos e innecesarios, como un recurso para mostrar la codicia, la amistad y la rivalidad, así como el sexismo. Todo de forma simbólica, pero pobremente ejecutada.
Hasta las secuencias finales, la historia está llena de sucesos que se van hilando por la fuerza del guion y nada más. La premisa funciona pero no emociona. No genera ningún valor agregado a la película original. Ahí donde The Craft tuvo éxito para hablar de la búsqueda de la identidad y de la experimentación como jóvenes, es donde The Craft Legacy ha fracasado al mostrar de manera simplona y poco estructurada que basicamente el mal está en la ambiguedad, en lo que la misma película cae. Porque la dirección no sabe hacia donde va.
Lo mejor, el nuevo aquelarre está conformado por talentosísimas jóvenes como Gideon Adlon y Cailee Spaeny.
Lo peor, aparte de desaprovechar a las talentosas protagonistas, es la pobre conclusión y perfilación del villano y sus intenciones.
Quédense hasta el final para un pequeño extra que les dará justo en la nostalgia.
The Craft: Legacy. 5/10.
Trailer.
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